Desde
mi soledad te escribo padre.
Hoy
como siempre mis manos tiemblan al escribir, mis ojos se humedecen y mi corazón
se encoje.
¿Sera
padre, que hoy es un día gris?
Cierro
los ojos y te veo postrado en tu silla, con ese típico moreno de sol extremeño.
Tu
mirada siempre clavada en ninguna parte. Tu cara arrugada, por el paso de esos
duros años de vida, que llevas a cuestas con toda dignidad.
Hoy
padre, como cada día, también pienso en ti.
Añoro
tus gestos. Tus gritos de furia alguna vez.
Aquí
todo es distinto…
Atrás
quedaron aquellos días de televisión juntos, en nuestra humilde casa. ¿Te
acuerdas padre? ¿Recuerdas cuando iba a casa de Adela a por tu leche fresca?,
¿Cuándo cada domingo compartíamos helados de limón?...
Aquí
padre todo es distinto. Día y noche es igual. La multitud transita por la calle
sin rumbo fijo. Todo es alboroto, diversión…
Y
sobre todo padre, soledad.
Mis
ojos hoy no pueden verte sentado en tu silla. Mis manos no pueden palpar tu
pelo blanco de canas.
Aunque
estoy contigo, lejos de ti me encuentro, padre.
Cerrare
mis ojos húmedos de lágrimas y soñare contigo. Seré y te hare feliz. Sonreiré,
viviré, gozare de ti…
Al despertar padre, te escribiré desde mi soledad
ke bonito cuanto sentimiento, se nota ke kerias muxo a tu padre ¡¡ ellos siempre stan con nosotros no te sientas solo yo tambien exo de menos al mio .. un besito y sigue escribiendo ke lo haces de maravilla :)
ResponderEliminarMe parece sensible. Yo también escribiré sobre este asunto en mi blog.-
ResponderEliminarhttp://codiazfer.blogspot.com